Atendiendo a la definición de la RAE, un ladrón es todo aquel que hurta o roba, o lo que es lo mismo, un chorizo, aquel que se apropia de lo ajeno; de lo que no le pertenece, arrebatándoselo así a su legítimo dueño. Pero lo que hay que tener en cuenta es que la mayoría de ellos acaban detrás de los barrotes; aunque hay formas y formas, y mientras unos consiguen esquivar a la justicia durante un largo periodo de tiempo, otros son apresados en el acto.
Ese es el caso del ladrón de las cabezas de San Esteban, que siempre que ha intentado llevar acabo un delito, es detenido a las pocas horas.
RESISTIENDO AL PASO DEL TIEMPO
Atrás en el tiempo quedan los convulsos acontecimientos de finales del siglo XIII en la España de entonces. Mientras en el sur se luchaba por la reconquista de Granada, en lo alto de Burgos se ponía la primera piedra de lo que a posteriori sería la iglesia de San Esteban. Este templo cristiano no escapa a los mitos y leyendas, como toda buena obra arquitectónica que se precie; sus paredes esconden la verdad, pero en la historia heredada por el pueblo se habla de que sus orígenes están marcados por la cruz de la orden de los templarios. Leyenda o no, San Esteban ha sido testigo directo del continuo ir y venir en el barrio de su mismo nombre.
San Esteban es un edificio gótico, que muchos desconocen, y con ello se están perdiendo una de las obras más importante del casco histórico burgalés.
San Pedro y San Lorenzo se van de copas.
Se buscan. Dos cabezas de santos decapitados en la Iglesia de San Esteban de Burgos, 8 kilogramos de peso cada una. Reliquias de finales del siglo XIII. Vistas por última vez en la víspera del viernes santo. Se baraja la posibilidad de que acaben en el mercado negro. Si saben algo no duden en comunicarlo a la diócesis burgalesa.
El padre Rodrigo Aguilera, muy amablemente me concedió una entrevista, justo antes de oficiar una boda. Él con su sotana blanca y yo con mi grabadora mantuvimos una agradable charla durante quince minutos. Desde aquí quiero agradecerle su colaboración.